Harry Potter, el IRA y la biblioteca pegajosa

(Éste es un post dedicado a Bea-sensei, que no entiende la mitad de mis posts. Espero que no te pase eso con éste ^o^.)

Érase una vez (érase con tilde, que si no sería borrar en inglés), una niña que estaba amargada con un trabajo que tenía que entregar al profe de historia sobre el IRA. Así que la niña, fue a clase a las 8'30 de la mañana con el portátil y cuando terminó, se quedó en la biblioteca de la facultad. Todo el día. Todo el puto día. Hasta que la guarra de la bibliotecaria la echó con cajas destempladas para cerrar. Ése día, la niña pudo acabar el trabajo. No sin antes tener que aguantar a una parejita pegajosa que sólo se les ocurrió sentarse en la mesa de enfrente a hacerse arrumacos, darse morreos, meterse mano, reírse y susurrar. A la niña le entraron ganas de matar. No puede ser, pensó. con lo grande que es la biblioteca, se tienen que ir a poner a magrearse por encima de la pantalla del ordenador. Pero sí, era posible, menos mal que al rato se fue uno de los dos y al otro no le dio por meterse mano solo. y después al contrario, vino uno y se fue el otro. Vamos, que estuvieron dando el peñazo toda la tarde. Quien quiera leer (que lo dudo) el trabajo del IRA, casualmente la niña del cuento me dejó una copia, porque después de lo que le pasó, hacía copias de seguridad a cada hora de trabajo. Sí, lo sé, es muy triste.

Esta niña, también fue a clases de tecnología de los medios audiovisuales. Y descubrió a un profe que parecía sacado de un libro de Harry Potter. Así que estuvo toda la clase tomando apuntes e imaginándose al menda con capa y varita, haciendo conjuros por ahí. Creo que le pasó eso porque el tío viste MUY RARO.

Y bueno, creo que hoy se termina el post. Una última cosa: eNe, como te líes con el muxaxo ese en la biblioteca, te saco los ojos. Ya está. Hala gente, ya podéis hacer otra cosa.