30 julio 2006

DOS

- ¿Qué quieres?
En el rincón más oscuro de la taberna, el resplandor del fuego de la chimenea sólo le permitía adivinar los pocos rasgos que la caperuza de la capa y el pañuelo que le cubría la boca no ocultaban: cejas finas, pómulos marcados y ojos vivos de color oscuro.
- Tienes que entregar un objeto por mí a una persona.
- ¿Quién eres?
- No te lo puedo decir -su voz suave se tiñó de un tono irónico- ¿para qué crees que es la capa y todo lo demás?
- ¿Cómo quieres que entregue nada si no sé nada de tí?
- No soy tu enemigo. ¿No te basta con eso?.
- Eso tendré que decidirlo yo. Antes de llegar a esa conclusión, necesito más datos.
- Me pides la luna.
- ¿Quién eres?
- Puedes llamarme como tú quieras.
- No pienso perder el tiempo contigo.
Algo la hizo detenerse, a medio camino entre estar de pie y seguir sentada. La miraba fijamente.
- Siéntate.
- No. No sé quien eres, qué quieres de mí...
Miró a su alrededor, estremecida. No le gustaba esta situación. Todo era normal en la taberna. Todo, menos su entrevista con ese personaje misterioso. Los borrachos armaban bulla, cerca de los barriles de cerveza, mientras coreaban entre bailes grotescos a viva voz un "¡¡Que pague Paco!!". Los viajeros tomaban la cena antes de irse a descansar y la gente del pueblo intercambiaban noticias y cotilleos.
- Mírame.
Giró la cabeza hacia su extraño interlocutor.
- No tengo mucho tiempo, y necesito que hagas una entrega.
- No soy mensajera.
- Ahora necesito que lo seas.
- No me has dicho tu nombre.
- No me has puesto ninguno.
- Quiero saber quién eres de verdad.
- Llámame Gra.
- Ése no es tu verdadero nombre.
- ¿Quién te dice que no?
- Nadie le pondría a sus hijos un nombre tan estúpido.
- ¿Te gusta más Namië?
- Supongo que no me queda más remedio. ¿Qué quieres?
- Ya te lo he dicho.
- ¿Por qué no lo entregas tú?
- No sé a quién he de entregárselo.
- ¿Y yo sí?
- Eso me ha dicho Ella.
- ¿Quién es Ella?
- Quien me envía a tí.
- ¿Y no te ha dicho a quién he de entregárselo?
- Dice que tú lo sabrás. Haces muchas preguntas. No contestaré a más de lo necesario.
- Lo imaginaba. ¿Qué tengo que entregar?
- Esto.
Y sacó de entre los pliegues de su capa una extraña funda cuadrada de piel clara. Parecía ligera, debía de contener algo fino y plano.
- ¿Qué tiene dentro?
- Podrás verlo cuando estés a solas.
- Mucho misterio para una cosa tan pequeña.
- Muchas veces, en lo pequeño está lo más peligroso.
- ¿Y por qué no ahora?
- No lo puede ver cualquiera, y hay muchos ojos aquí.
- Y si acepto el trabajo, ¿qué gano con ello?.
- El agradecimiento de Ella y su bendición.
Lo miró con incredulidad, buscando un atisbo de chanza en sus ojos. Seguían serios, serenos.
- Si es un objeto tan secreto, ha de ser valioso. Si encubres tu identidad, es peligroso, además. ¿Me estás diciendo que no gano nada con ésto?
- Sí.
- Me tomas el pelo.
- ¿Quién sabe? Puede que tu nombre aparezca entre cantos de bardo con el paso de los años.
- ¿Y de qué me sirve eso a mí? No da de comer, no quita el frío del invierno -agarraba el borde de la mesa con fuerza-.
- ... es verdad. Pero es tu destino.
- ¿Lo dices tú?
- Lo dice Ella.
Su tono era sereno, impasiblé. No mostraba alteración ninguna, aunque el enfado que sentía era evidente. Aunque le subiera la voz. Parecía poseer una paciencia infinita.
- También -añadió- dijo que te negarías. Y por eso me pidió que te diera ésto.
Volvió a haber revuelo de pliegues en su capa. Era una daga, en una funda negra, de adornos plateados. El trabajo de la empuñadura era maravilloso. Los rizos y ondulaciones de plata envolvían pequeñas esmeraldas engarzadas con maestría.. Abrió los ojos sorprendida.
- Pensaba que no ganaría nada a cambio.
El leve movimiento de los hombros de la figura le hizo saber que se reía.
- Quería ver de qué pasta estabas hecha.
- ¿Contento?
- Sí.
- Si no me dices a quién he de entregárselo, ¿cómo lo sabré?
- Ella dice que sigas haciendo tu vida. Cuando lo veas, lo sabrás.
Dicho esto, se levantó suave y rápidamente, y sin ruido alguno, giró hacia la puerta. Lo observó alejarse mientras su nariz, percibía asombrada el suave aroma de tierra recién mojada y las flores silvestres.

29 julio 2006

UNO

-¡¿Qué?!
- Que ya ha llegado y se niega a reunirse hoy con ust...

Nan salió disparado hacia el ala Norte de palacio, sorteando sirvientes a su paso, hasta llegar a la escalinata de "la torre de la dragona". Allí, unos guardias desistieron de cerrarle el paso antes de que llegara a ellos. Su ira le abría camino.
La madera crujió al ser golpeada y se astilló en el borde de la puerta que, según percibió segundos después de dar el golpe, ya estaba abierta. El portazo hizo que la chica del fondo de la sala se volviera, dejando ver parte de un lienzo montado sobre un caballete.

- Estamos en guerra -La afirmación resonó por toda la habitación-.
- Hum... No me digas. Dime algo que no sepa.
- Eres gilipollas.
La muchacha arqueó una ceja, mirándole divertida.
- Interesante. Si digo que eso ya lo sabía, apoyo tu idea de que soy lo que has dicho. Si lo niego, echo por tierra mi anterior afirmación encubierta de que ya sé todo lo que me vayas a decir...
- ¿Se puede saber qué haces?
- ¿No es obvio?
Apartó de un manotazo la paleta y el pincel que ella balanceaba a centímetros de su cara.
- ¡Estamos en guerra!
- Ya te oí la primera vez.
- La batalla es inminente, todo el mundo se prepara y tú... ¿vuelves de la capital enemiga y te pones a pintar?
- Sí.
- ¡¡No tiene sentido!!.
- No lo tiene para tí. ¿Te han dejado pasar?
- ¡No cambies de tema!
- ¿Has visto a los guardias por lo menos? Es que el otro día los pillé jugando al mus...
- ¿Me estás escuchando?
- ¡Claro que sí! ¡Me estás gritando en el oído!
- Phyra, tengo que hablar contigo.
- ¡Estamos en guerra! ¡Estás ocupado!
- ¿Ahora te acuerdas de la guerra?
- ¡Mira! ¡Has destrozado mi puerta!Me la arreglarás, ¿verdad?

Un soldado traspasó en ese momento el umbral.

- Señora. Sus hombres la esperan en el patio.
- Gracias soldado. Retírese.
- ¿Qué?. Phyra, no entiendo nada.
- Relájate Nan, todo está bajo control. Palabra de "dragona".

Y, cerrando la dañada puerta tras de sí, salió de la habitación

26 julio 2006

Eragon

Por fin me ha quedado claro si Eragon es rubio o moreno ^^. Bueno, me explico. En verano aprovecho para releer libros de mi biblioteca. Total, que me he releído los dos libros de la trilogía "El legado" (Christopher Paolini) que se han publicado hasta la fecha. Estaba enganchadísima y me metí en internet a ver si me enteraba de algo del último libro. Y me enteré de otra cosa: van a hacer una película. Parece ser que los grandes de Hollywood se han dado cuenta que las películas de fantasía dan mucho dinero en taquilla y, últimamente me están sacando en peli todos los libros que me he leído (lo que, por una parte me alegra, porque la mayoría son libros que me han gustado y por el otro que joroba, porque supone la muerte de los personajes tal y como me los imaginé, dando paso al personaje que creó el director. Por eso sólo me he visto la primera película de Harry Potter. Descubrí que casi ninguno de los personajes coincidía con los míos XDDDD Menos mal que los de ESDLA sí ^^). Total, que me ví el teaser trailer (yo creo que no es todavía ni el oficial) y me puse MUY nerviosa, porque:
  1. En el trailer no sale Saphira. Es la dragona de Eragon. Espero que no salga porque estén todavía haciéndola en el ordenador porque: ¿Cómo van a hacer una película de un Jinete y su dragona sin dragona?? O_ô. Además... YO QUIERO VER A SAPHIRAAAAAAAAA >.<
  2. Y... ¿Por qué es rubio Eragon en la película? ¿No era moreno? Yo siempre me lo he imaginado moreno!!. Pero entonces, seguí leyéndome el libro con lupa y... ¡bingo! en la descripción que Jeod hace de Eragon a su primo para que sepa que dice la verdad dice: "Eragon era... joven. PELO MORENO, ojos oscuros, tenía una cicatriz en la muñeca y no paraba de hacer preguntas". Vamos, que si no querían poner a otro actor, existen las pelucas y los tintes!! XDDDDDD

Os dejo el trailer y vosotros opináis también XDDD (hum... yo quería ver a Saphira en acción ><)



20 julio 2006

Ya iba siendo hora...

... de que posteara, pero lo siento, no he tenido tiempo antes y tengo minutos escasos para poner unas palabritas por aquí. Además, tenía pensados varios post pero cuando me siento delante del ordenata se me olvidaaaaaa XDDD. Así que nada, contaros que entre las clases particulares de inglés, los test de la autoescuela (ya sólo me faltan 5 temas para terminarme el libro puñetero. Ahora, que bueno es para dormir... porque me entra un sueñito cada vez que me leo un tema...). Además, la nena se ha apuntado a natación, y me cago en los piramidales que nos hacen nadar, toy molía y últimamente me despierto con agujetas, pero no me quejo, que toy más feliz que una perdiz y además hoy me he nadado 1050 metros (amos, un kilómetro y 50 metros ^^).
Bueno, ya sé que os merecéis un post mejor y prontito lo tendréis, pero es que además de todo eso (sumadle también que tengo que ir a patita y no está muy cerca de mi casa que digamos), estoy enganchada otra vez a un libro *_* (es que me lo estoy releyendo). Es la trilogía de "El legado", de Christopher Paolini. Ahora mismo ha editado dos de los tres libros que la componen: "Eragon" y "Eldest". Yo ya me he vuelto a beber el primero y ahora sólo veo dragones por todos lados, así que cuidadín conmigo. Además, me he enterado que van a hacer una peli del libro (que por una parte me pica la curiosidad y por otra me joroba, porque me matan a mis personajes que me he formado en mi imaginación ¬¬. Bueno, próximamente: "Cómo hacer una película sobre dragones y ahorrarse el dinerito en la peli no poniendo ni un dragón de peluche" Espero que aparezca Saphira y que sólo no salga en el teaser trailer.
BESUKISSSSSSSS!!

07 julio 2006

7 de Julio... ¡San Fermín!


"A San Fermín pediiiimos, nos guíe en este encieeeeerroooooooo"
Lo que me llama la atención, es que cada vez pillan más los toros a los guiris que, mamados como van, se piensan que van a correr delante del toro de cuerda que compraron el día anterior en la tienda de souvenirs, y lo más seguro es que la mayoría no haya visto un toro bravo de cerca en su vida (¿cómo van a calcular así lo que corre el bicho?). En las noticias de hoy, los heridos eran todos extranjeros, y uno de ellos ha quedado paralítico. Qué triste tiene que ser volverse a casa con una silla de ruedas de souvenir, por haber bebido más de la cuenta, o haberse creído más rápido que el toro o más valiente por no limitarse a ver el espectáculo detrás de las barreras. Bueno, en el fondo, lo triste no es volverse con la silla, lo triste es volver ENCIMA de ella. (¿quién sabe?, a lo mejor hay alguien q se dedica a coleccionar sillas de ruedas extranjeras y no las necesita). El refrán ése de donde fueres haz lo que vieres en éste caso es una temeridad, porque los pamplonicas y los que se toman en serio la fiesta, llevan entrenándose todo el año... . Amos, que cuidadito si estáis éstos días en Pamplona y queréis correr delante.Pero si estáis MUY MUY SEGUROS.... ¡Ánimo, y al toro! (ahora, que extreméis precauciones, ¿¿eh??. Otro día comentaré la pena que me dan los toros, porque si sólo fuera pa correr delante y luego al campo... todavía tiene un pase, aunque los animales se asustan U_U, pero eso del toreo no em hace mucha gracia.